Hoy se conmemora el Día Mundial de la Defensa de los Derechos del Consumidor

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Defensa de los Derechos del Consumidor

A partir de 1983, se instituyó este día 15 de Marzo y dos años después, se establece en las Naciones Unidas un decreto para la protección de los consumidores, logrando de esta manera reivindicar, reconocer y legitimar los derechos de estas personas a nivel internacional.

En éste día invitamos a reflexionar sobre nuestra responsabilidad social ante el consumo diario de productos y servicios, ante ello debemos inclinarnos más por el uso razonable de los mismos, así los consumidores no solo tenemos derechos sino también obligaciones ya sea como consumidores individuales o como comercios y empresas. Hoy queremos traer un tema de gran importancia: La Responsabilidad Social Empresarial: Nos dice la coordinadora de Omiduc, Oficina Municipal de Información y Defensa al Usuario y Consumidor, Dra. Sonia Gutkin.

Por ello, hemos conversado sobre ésta fecha con la Dra. Analía Marsella, abogada especialista en Derecho Internacional y Comparado, Derechos Fundamentales, Democracia y Desarrollo Sostenible, quien nos expresa la importancia de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) con respecto al consumo, indicándonos que la responsabilidad de los proveedores y prestadores, —como aspecto clave y común a los distintos sistemas jurídicos de los Estados que desarrollaron normativa específica en esta rama del Derecho y a los lineamientos internacionales—, involucra necesariamente el concepto de (RSE) que se fundamenta en la idea de las “buenas prácticas comerciales” de manera voluntaria.

Se incorpora así a la visión de los negocios como positivo, y aún lucrativo, el asumir compromisos ante el conjunto de la comunidad, por ejemplo, aquellos relativos al mejor cuidado del medio ambiente. Si bien, todas las personas nos encontramos alcanzadas por el deber general en materia civil de prevenir daños, en muchos casos son las empresas de cierta envergadura los actores de la sociedad que más pueden aportar en la promoción del valor del consumo responsable y a soluciones efectivas, partiendo del reconocimiento de los problemas globales y los particulares que afectan a todas las personas en cada contexto donde desarrollan actividades.

Entre los deberes específicos que se les imponen a los proveedores de cosas o servicios se encuentran determinadas condiciones que deben cumplir las ofertas, aspectos relativos a la publicidad, garantías y, en general, atenerse a un régimen de responsabilidad legal especial tuitivo del consumidor que impone la resolución a favor de este último en caso de duda. Basta con leer atentamente el texto de la LDC para concluir que apareja beneficios concretos para toda la sociedad y que tiende a fomentar la mayor responsabilidad en los proveedores, así como la seguridad y calidad de mercaderías y servicios a lo largo de toda la cadena de producción hasta su comercialización.

Otras normas fueron complementándola e introduciendo modificaciones necesarias con el transcurso del tiempo. Es una materia en constante evolución que llegó a reconocer la realidad de las transacciones electrónicas, la digitalización y la virtualidad.

Todo consumidor debe ser responsable con el medio ambiente. Para que tengamos un planeta cien por cien sostenible, es necesario un consumo responsable, que no vaya en detrimento del medioambiente y donde se pueda seguir teniendo una mejor calidad de vida. Sin olvidarnos de nuestras necesidades básicas, donde es necesario adquirir alimentos, vestimentas, educación, salud y otros beneficios, tenemos que aprender y hacer un uso racional de nuestros recursos naturales. De acuerdo a las cifras establecidas por la ONU, tan sólo un 20% de la población consume un 80% de los recursos que hay en todo el planeta.

Entendemos por consumo responsable una actitud no solo de los consumidores individuales sino también de comercios y empresas que son respetuosos la elaboración de sus productos cumpliendo así con los derechos humanos y los principios de justicia social.

Gestos sencillos como ahorrar electricidad, calefacción, agua o combustible, hacen que mejore la calidad de vida de una comunidad. Así las empresas con responsabilidad social empresarial también tienen poder de transformar.

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